Salud y felicidad parecen ser conceptos amigos, es verdad que a veces no van juntos, pero cuando lo hacen la combinación es inmejorable.
El instinto y la naturaleza nos dan potentes pistas. La ciencia también aporta las suyas. Si a todo esto sumamos la participación de algún profesional sanitario humanista que nos conozca y sepa particularizar su conocimiento a nuestra realidad personal, tendremos el camino algo más accesible.
Hoy puede ser un buen día para recordarnos que merece la pena ser felices para estar sanos.
- Ajusta tus expectativas; el que no espera nada, no se decepciona fácilmente.
- Vive el presente, disfruta la realidad, no crees fantasías catastróficas
- Busca el gusto en todo lo que haces, disfruta tus días, tu trabajo, tus pláticas, tu vida.
- Edita tus pensamientos; encuentra las frases positivas, descubre lo bueno en todo lo que te pasa, aún en las cosas desagradables.
- Se noble contigo, perdona y aprende de tus errores.
- Acepta la vida y las personas como son, no juzgues, órdenes o critiques, deja que las cosas sean lo que son.
- Concéntrate en tus obligaciones y responsabilidades en lugar de reclamar tus derechos.
- Haz las cosas por ti, no busques reconocimientos de otros, haz lo justo y lo responsable.
- Recuerda que si te enfocas en lo positivo dejas de poner atención en lo negativo.
- Repite continuamente: Soy una persona positiva, encuentro lo bueno y veo la bondad en las cosas. (Sigue…)
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