lunes, 24 de marzo de 2014

Cuestiones a tener en cuenta si se quiere ser donante de médula

   La Organización Nacional de Trasplantes (ONT) ha avisado en innumerables ocasiones de que las campañas para conseguir donantes para un determinando paciente no suponen ninguna ventaja adicional para el enfermo cuya familia se ha movilizado ya que, según ha comentado, el trabajo del Registro Español de Donantes de Médula Ósea (REDMO) se realiza con la misma "diligencia y profesionalidad"; de hecho el pasado año encontró el donante adecuado al 91 por ciento de los pacientes que necesitaban un trasplante de médula.

   Cuando un paciente necesita un trasplante lo primero que se hace es llamar a la familia, lamentablemente solo entre el 25 o 30 por ciento de los pacientes acaba teniendo un familiar compatible. Cuando no hay compatibilidad, el REDMO inicia, a petición del equipo médico, la búsqueda de un donante o un  cordón umbilical compatible con el enfermo en la red nacional.



Qué hay que saber a la hora de ser donante

   1. Para ser donante de médula ósea basta con tener entre 18 y 55 años, no padecer ninguna enfermedad susceptible de ser trasmitida al receptor y que tampoco padezca ninguna enfermedad que pueda poner en peligro su vida por el hecho de la donación.

   2. Antes de hacerse donante es fundamental que se le expliquen todos los aspectos de la donación de progenitores hematopoyéticos y se aclaren las posibles dudas. Así, todo aquel que cumpla los requisitos puede acudir a un centro regional de transfusiones para realizar esta donación. En la página web de la ONT (www.ont.es) aparecen todas las direcciones de los centros de España donde se pueden realizar estas donaciones.

   3. Aunque se habla de donantes de médula ósea realmente esta es una definición "antigua", ya que se trata de donación de progenitores hematopoyéticos, lo que implica que al donante de médula no siempre se le va a extraer células madre sanguíneas directamente de la médula ósea.

   4. Actualmente, a la mayoría a los donantes se les hace una extracción de estas células de sangre periférica. Es un método que se denomina 'extracción por aféresis' -una máquina recoge la sangre del donante mediante un cateter del brazo y selecciona las células madre- y no necesita anestesia.

   5. En el caso de que la donación sea de médula ósea el mayor riesgo es la anestesia, ya que no deja de ser una intervención quirúrgica, por ello se necesita un ingreso hospitalario de unas 48 horas, y pueden producirse molestias "mínimas" derivadas de la anestesia o en la zona de la punción


   6. Mientras, en el caso de la extracción de sangre periférica, se disminuyen sensiblemente las molestias para el donante, aunque durante los días previos debe tomar un tratamiento para que las células se puedan capturar.

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