Durante la colonoscopia se puede hacer una biopsia de las lesiones que se detectan. Si se encuentra un pólipo, habitualmente se extirpa durante la misma colonoscopia y se envía al laboratorio para analizarlo.
Como cualquier procedimiento médico, la colonoscopia tiene un riesgo de complicaciones. La tasa de complicaciones de cierta importancia (reacción a la sedación, sangrado importante o perforación de la tripa durante la exploración), es baja: entre 1 y 5 complicaciones por cada 1.000 colonoscopias realizadas[1],[2].
Los resultados de la colonoscopia
- No se ha detectado ningún pólipo ni cáncer. Se recomienda continuar con el programa de detección precoz con la prueba de detección de sangre oculta en heces 10 años después.
- Se ha detectado algún pólipo. Se extirpan y analizan para conocer sus características. En función del tipo de pólipo se puede recomendar volver al programa de cribado con prueba de detección de sangre oculta en heces, o entrar en un programa de revisiones periódicas con colonoscopia para controlar la posible aparición de nuevos pólipos.
- Se ha detectado un cáncer. Se ofrecerá la atención por parte de un equipo especializado en el cáncer de colon y recto en el sistema sanitario público. La detección del cáncer de colon en su fase inicial, aumenta la posibilidad de curación.
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