•Mantener o mejorar habilidades físicas.
•Mejorar el equilibrio: disminuírel riesgo de caídas y fracturas.
•Evitar atrofia muscular por inactividad.
•Reducir el riesgo de: cardiopatía, osteoporosis, ansiedad depresión, nauseas, fatiga. •Mejorar el flujo sanguíneo a los miembros inferiores.
•Reducir la dependencia de otros para actividades de la vida diaria.
•Mejorar la autoestima.
•Mejorar la capacidad de socialización.
•Ayudar a controlar el peso corporal.
•Mejorar la calidad de vida.
La actividad física debe personalizarse en función de los objetivos, capacidades y preferencias de cada paciente.
La medicina es la ciencia de la incertidumbre, el arte de la probabilidad y la técnica del tiempo.
jueves, 22 de agosto de 2019
sábado, 3 de agosto de 2019
viernes, 2 de agosto de 2019
Mas de 90 muertos por ahogamientos en España, en lo que va de año
Consejos para evitar que los niños se ahoguen en la piscina.
- Examina los posibles peligros que haya en la piscina, especialmente si no estás familiarizado con ella: qué profundidad tiene, si hay desagües o algún mantenimiento en curso, por ejemplo.
- Ponte en el lugar de tu hijo y mira la piscina con sus ojos, incluyendo sus rutas de acceso y el estado de la valla instalada en el perímetro (que, según el Ministerio de Sanidad, ha de tener una altura mínima de 1,2 metros)
- Tu vigilancia ha de ser permanente mientras estéis cerca del agua (sea piscina, río o playa); nunca la delegues en el socorrista o en otro menor (aunque sea mayor y responsable).
- Observa la regla del 10/20: mira hacia la piscina al menos cada 10 segundos, y asegúrate de que podrías agarrarle del brazo en no más de 20 segundos.
- No dejes que se bañen solos.
- Mejor chaleco que flotadores o manguitos, ya que estos podrían salirse al tirarse al agua, y comprueba que tienen el logotipo “CE” que certifica que está homologado.
- Enseña a los niños a flotar y nadar cuanto antes, ya que esto incrementará las posibilidades de que no se ahoguen.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)