El virus del zika ha motivado la primera declaración de emergencia sanitaria global en 2016 por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Además frenar la propagación del virus por el mundo, a la OMS le preocupa el presunto vínculo (aún no comprobado científicamente) del zika con miles de casos de microcefalia, especialmente en Brasil.
El Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos afirma que en Brasil, pese al aumento notable de los casos de microcefalia, algunos bebés afectados han dado positivo en las pruebas del virus, mientras otros han dado negativo.
Ambas instituciones recomiendan que las mujeres embarazadas hagan lo posible para evitar ser picadas por el mosquito Aedes.