sábado, 14 de marzo de 2015

INR o la comprobación de la eficacia del SINTROM

De forma regular se realizan controles para determinar el tiempo de protrombina, que se compara con los valores normales y se expresa en forma de valores del INR (International Normalized Ratio) razón normalizada internacional, para evitar diferencias entre laboratorios). Este control se realiza mediante la obtención de una gota de sangre capilar, con el que se determina el resultado se trata de un cociente entre el tiempo de protrombina del plasma problema y el tiempo de protrombina de un control (no anticoagulado).
El INR ideal para cada paciente anticoagulado puede variar, fijándose por lo común rangos entre 2 y 3 o ligeramente superiores de forma individual, atendiendo a las características de cada individuo y la causa del tratamiento. Si el INR es inferior al rango terapéutico, el efecto anticoagulante es insuficiente y a la inversa, si es muy superior, existe riesgo aumentado de hemorragia.

INDICACIONES de los anticoagulantes
Estos fármacos están indicados en personas que poseen algún factor de riesgo embolígeno conocido y que no presenten ninguna contraindicación para tomarlos, por ejemplo:
  • Quienes han sufrido una trombosis o embolia pulmonar.
  • Aquellos que tienen una o más válvulas cardíacas enfermas.
  • Portadores de prótesis valvulares mecánicas en el corazón.
  • Pacientes con fibrilación auricular.
  • En caso de infarto agudo de miocardio, arteriopatía periférica, pacientes con endoprótesis coronaria o stent, etc…
Dieta VS Anticoagulantes


Lo ideal es seguir una dieta equilibrada, sin cambios bruscos, lo que permitirá una ingesta de vitamina k similar cada semana, y así un mejor control del INR con una dosis de anticoagulantes estable, debe moderarse el consumo de alimentos ricos en vitamina K, como ciertos vegetales de hoja verde como las espinacas, col, coliflor, perejil, acelgas, brócoli, etc… y otros alimentos como garbanzos, hígado de cerdo, ternera o cordero, aceite de soja, té verde, cerveza, entre otros, también ricos en esta vitamina.
La variación sustancial de estos alimentos en la dieta provocaría un aumento o disminución importante de la vitamina K en el organismo, lo que conllevará a que se altere el INR, ya que la dosis previamente establecida de anticoagulantes habrá sido insuficiente o excesiva tras el cambio en la dieta.
RESUMIENDO: una persona en tratamiento con anticoagulantes puede y debe comer de todo. No hay que obsesionarse con la dieta. La dieta puede causar problemas con los anticoagulantes cuando es muy irregular en la ingesta de verduras. Pero si el paciente toma verduras de manera homogénea a lo largo de la semana no suele haber ningún problema. El paciente puede tomar todas las verduras que le apetezca pero con cantidades parecidas a lo largo de la semana. Si unos días toma muchas y otros días nada pueden existir alteraciones del INR.
VITAMINA K, antidoto en el exceso de INR
INTERACCIONES FARMACOLÓGICAS: Cualquier cambio (tanto retirada como introducción de un fármaco) se intentará hacer coincidir en los 5-7 días previos al siguiente control.
NO FARMACOLÓGICAS
aumentan el efecto anticoagulante como son:
- Ticlopidina(TIKLID)
- Clofibrato, Fenofibrato(SECALIP)
- Cotrimoxazol(SEPTRIM) y Sulfamidas
- Tetraciclinas(BRISTACICLINA)
- Metronidazol(FLAGYL)
Otros disminuyen la acción del TAO, entre ellos:
- Colestiramina
- Barbitúricos
- Fenitoína
- Rifampicina
- Griseofulvina
En cuanto a éstas destacamos que potencian:
- el consumo agudo de alcohol,
- la disfunción hepática,
- los estados hipermetabólicos (fiebre, hipertiroidismo, etc.), ambientes cálidos…
En cambio, disminuyen el efecto anticoagulante
- el consumo crónico de alcohol, el hipotiroidismo o
- el frío.
La vitamina K es necesaria para la coagulación de la sangre, pues participa como co-factor en la síntesis de los factores de coagulación II, VII, IX y X. Se encuentra en cantidades importantes en vegetales de hoja verde y en ciertos fármacos (konakion®), y también se consigue de forma endógena, a través de la síntesis bacteriana en el tubo digestivo.
A SABER:
El traumatismo craneoencefálico incluso leve en pacientes en tratamiento conanticoagulantes orales presentan una mortalidad elevada, es por ello que estos pacientes deben acudir a un servicio de urgencias para realizar una exploración neurológica, TAC, permanecer en observación y repetir TAC antes del alta incluso sin lesiones en el TAC inicial, según las recomendaciones del Grupo Español de Neurotraumatología (GEN) 

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